domingo, 24 de abril de 2011

El potencial de reproducción del Atún Rojo se ha reducido un 50%


El potencial de reproducción del Atún rojo en el Mediterráneo y en el Atlántico oriental se ha reducido en un 50 % en los últimos 40 años, según un estudio elaborado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que determina que la sobrepesca intensiva es la principal razón de esta situación.

La organización ha actualizado la "Lista Roja" de las especies amenazadas en el Mediterráneo y ha mostrado una "especial preocupación" por la situación del Atún Rojo. El coordinador de Evaluación de Especies Marinas de UICN, Kent Carpenter, ha apuntado que la situación de esta especie es consecuencia de dos problemas. El primero, la "falta de cumplimiento de las cuotas actuales" en combinación con "un subregistro generalizado de la captura".

Además del Atún Rojo, esta lista de especies amenazadas está formada por otros 39 tipos de peces marinos que, según los ecologistas, "podrían desaparecer en los próximos años" y han destacado que, al menos, 12 especies de peces óseos "están en peligro de extinción debido a la degradación de la sobrepesca, el hábitat marino y la contaminación".

Así, el Oscura Mero (Epinephelus marginatus), la lubina (Dicentrarchus labrax) o la merluza (Merluccius merluccius) están consideradas como "amenazadas o casi amenazadas de extinción" a nivel regional, principalmente debido a la sobrepesca.

En este sentido UICN ha señalado que el uso de artes de pesca, tales como líneas de pesca, redes de enmalle o de arrastre, y el uso ilegal de redes de deriva, significa que cientos de animales marinos sin valor comercial son capturados, y son una amenaza para las poblaciones de muchas especies de tiburones, rayas y otros peces, así como de otros animales marinos como delfines, ballenas, tortugas y aves.

"El uso de las redes de pesca de arrastre es uno de los principales problemas para la conservación y la sostenibilidad de muchas especies marinas porque no es una técnica selectiva que capture sólo el pescado blanco, sino también un gran número de otras especies, al tiempo que destruye el fondo del mar, donde los peces viven, se reproducen y se alimentan", ha señalado Carpenter.

Finalmente, el estudio hace hincapié en la necesidad de reforzar la regulación de la pesca, crear nuevas reservas marinas, reducir las cuotas de la contaminación y la revisión de pesca, en particular, el número de capturas permitido para las especies amenazadas.

Vía: Europa Press

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